Maya terminó pidiendo disculpas en nombre del Ayuntamiento "por no haber estado a la altura durante tantos años", deseó "poder volver la próxima vez con la cabeza más alta" y, aunque anunció algunas medidas inmediatas y otras ya en marcha, vinculó las soluciones a la operación del TAV. En este sentido, Maya avanzó que el plan sigue adelante y explicó que el objetivo es "dividirlo en fases", así como de hacerlo más "realista y ejecutable".
"Ya sé que no me creéis porque estáis hartos, pero espero poder volver en un tiempo con la cabeza más alta". Con esta frase respondía Maya en una ocasión al murmullo que se generaba ayer en la asociación de jubilados cada vez que anunciaba medidas precedidas por algún "vamos a...", "hay que...", "tenemos que...". El alcalde comenzó su encuentro con vecinos y asociaciones del barrio considerando que "Etxabakoitz es el barrio con más problemas de la ciudad" y, ante la patente indignación de los vecinos, se hizo posteriormente cargo de la responsabilidad de los anteriores gobiernos municipales.
No en vano, aunque Maya explicó en parte la situación del barrio por la presencia de Huntsman (antigua Inquinasa), que impide nuevos desarrollos residenciales, el alcalde tuvo más dificultades para justificar la situación de las aceras o de las campas que rodean el barrio, la falta de dotaciones y el abandono de algunas de ellas, la carencia absoluta de iniciativas culturales -reconoció que es "escasísima"-, la deficiente accesibilidad o la creciente existencia de conflictos sociales en el barrio.
Mirando hacia adelante, Maya enunció, por un lado, una serie de medidas puntales en cumplimiento de una moción presentada en el pleno y, en segundo lugar, avanzó parte de la hoja de ruta en relación al PSIS del TAV. En lo relativo a las acciones concretas que se plantean desde el equipo de gobierno, el alcalde regionalista anunció el inicio en octubre de las obras del ascensor de Grupo Urdánoz, habló de la posibilidad de que el propio consistorio se ocupe de la limpieza del río, reconoció la precaria situación del colegio Nicasio Landa y mencionó una propuesta al Gobierno de Navarra para una intervención en el mismo -algo similar señaló en relación al centro de salud- y habló de un avance de proyecto para hacer más accesible la biblioteca.
De hecho, al contrario que en otros barrios donde se limitaba a hacer una breve introducción, Enrique Maya quiso comenzar su intervención con el anuncio de este abanico de medidas. Las propuestas no sirvieron para tranquilizar a los vecinos, como tampoco lo hicieron las explicaciones sobre el futuro del PSIS del TAP. En torno a esta compleja planificación que busca solucionar la llegada de la Alta Velocidad a Pamplona, la supresión del bucle ferroviario en San Jorge y la salida de la antigua Inquinasa, Maya adelantó que, a día de hoy, el planteamiento es sacarlo adelante por fases.
Así, según explicó, primero se edificaría en el entorno más próximo a Barañáin, para construir unas viviendas que servirían posteriormente para comenzar con los realojos, en segundo lugar, se acometería el desvío del bucle ferroviario y, finalmente, se intervendría en la zona donde hay una mayor afección para los vecinos de Etxabakoitz, donde hay más viviendas fuera de ordenación. La propuesta de Maya no convenció a buena parte de los vecinos, que pusieron en tela de juicio su viabilidad en la situación actual y pidieron más claridad con respecto a los plazos de la operación. En relación precisamente a los tiempos, el alcalde fue incapaz de ofrecer una mínima concreción, algo que enfadó a algunos vecinos. "Llevamos años escuchando que Etxabakoitz va a cambiar y sigue igual que hace 22 años. Todos los barrios evolucionan, pero este sigue igual", resumió una vecina.
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