martes, 8 de febrero de 2011

Una encuesta a más de 90 vecinos de Etxabakoitz revela que el 79% se opone a los derribos por el TAV

Una encuesta a más de 90 vecinos de Etxabakoitz afectados por los derribos de viviendas que conlleva el Plan Sectorial de Incidencia Supramunicipal del área que acogerá la nueva estación del TAV, aprobado el pasado mes de enero de 2010 revela que un 79% se opone a las demoliciones. Con estos resultados, la Plataforma Vecinal de Etxabakoitz, que aglutina a la Asociación de Vecinos del barrio, Etxabakoitz Bizirik, la Coordinadora Cultural del barrio y un grupo de vecinos afectados, tachan el proyecto de "imposición". Por otra parte, achacaron el "carácter especulativo" del plan, que calificaron de "desproporción megalómana, ya que prevé la construcción de unas 8.000 viviendas" y que, según dedujeron, contribuye al "principal interés de las administraciones públicas", que implica "financiar la multimillonaria inversión que supondrá la estación del tren de alta velocidad y su red ferroviaria".

Este colectivo registró ayer por la mañana una instancia para pedir al responsable del área de urbanismo y vivienda, el candidato por UPN Enrique Maya, que "convoque una reunión informativa abierta al vecindario de Etxabakoitz para que explique la situación en la que se encuentran". Ya es la tercera ocasión en que esta plataforma se moviliza para exigir información sobre la situación de sus domicilios. En todos estos meses, según criticaron los vecinos, "ninguna Administración se ha dirigido a ellos".
SIN INFORMACIÓN Nula información, falta de respeto e indiferencia ante las demandas vecinales son algunas de las acusaciones que emite la plataforma hacia los responsables del PSIS, dado que, tal y como afirman "estos vecinos afectados por los derribos siguen sin ser tenidos en cuenta, ni mucho menos escuchados, y están viviendo con gran preocupación e incertidumbre la falta de información sobre cuál va ser el futuro de sus viviendas", así como de edificios de titularidad pública, como el colegio.
Asimismo, los vecinos hicieron hincapié en que se trata "de derribos innecesarios" y "contra la voluntad de la mayor parte de sus propietarios, de las viviendas que están en buen estado".
Por todas estas razones, la plataforma recordó que "ha cuestionado desde un inicio la intención de este proyecto urbanístico", a la vez que acusó de un abandono y una degradación del barrio "intencionada", con el objetivo de "condicionar a la opinión pública a que piense que este plan es imprescindible para mejorar un barrio que presenta graves carencias en cuanto a urbanismo, vivienda, servicios públicos o dotacionales". Sin embargo, también reconocieron la necesidad de "atender las urgentes necesidades del barrio". En este sentido, apuntaron que hay "zonas cuyas viviendas están en franco deterioro, como algunas de la avenida de Aróstegui que se encuentran en un estado lamentable no apto para ser habitadas en condiciones dignas, lo cual debería ser abordado urgentemente por las administraciones responsables".

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